En Asesoría Emprendedor ayudamos a las personas a encontrar la mejor forma jurídica para hacer realidad sus ideas de negocio.
Qué forma jurídica conviene a mi negocio es otra de las preguntas frecuentes que muchos emprendedores realizan cuando empiezan a darle forma a su negocio.
¿Qué es una personalidad jurídica?
En primer lugar, hay que distinguir entre personas físicas y personas jurídicas. Las personas físicas tienen personalidad jurídica, o sea existen desde el momento de su nacimiento. Las personas jurídicas tienen que realizar los trámites oportunos para adquirirla.
Cuando se tiene personalidad jurídica se puede adquirir y poseer bienes de todas clases, así como contraer obligaciones y ejercitar acciones civiles, conforme a las leyes vigentes.
En general, las sociedades adquieren la personalidad jurídica cuando se inscriben en el Registro Mercantil. Analizaremos los procesos de constitución y puesta en marcha en torno a 4 formas jurídicas.

¿Qué tipo de personalidades jurídicas existen?
- Autónomo (empresario individual),
- Comunidades de bienes – Sociedades Civiles,
- Sociedades Limitadas, y
- Cooperativas.
Identificamos cinco aspectos a considerar a la hora de analizar qué tipo de empresa conviene constituir:
ANÁLISIS DE COSTES
- Análisis de costes
- Análisis de riesgos
- Análisis de clientes
- Análisis de subvenciones
- Análisis de beneficios fiscales
Uno de los primeros aspectos es el coste. Para constituir una empresa diferenciamos tres tipos de costes:
- Costes de CONSTITUCIÓN. Trámites necesarios para que la personalidad jurídica exista.
- Costes de ASESORÍA. En el caso de contratar a Asesoría Emprendedor para el servicio de gestión de obligaciones fiscales el coste dependerá de la forma jurídica.
- Costes de CUOTA DE SEGURIDAD SOCIAL: la cuota de autónomo puede tener bonificación o no en función de la forma jurídica.
ANÁLISIS DE RIESGOS
El cuarto elemento a considerar son los tipos de riesgos que existen frente a proveedores, empleados y de impacto medioambiental. Si bien el riesgo de exposición puede ser un tanto subjetivo, existen distintos grados de exposición:
- En el caso de proveedores: si tu negocio evoluciona en financiar una gran cantidad de producto a un proveedor, tu riesgo aumenta.
- En el caso de empleados, el riesgo aumenta si hay más empleados, por la posibilidad de tener que indemnizarlos en caso de cierre o de salarios pendientes.
- En el caso del impacto medioambiental, los negocios con riesgos de contaminación pueden verse enfrentados a multas importantes.
En cualquier caso las empresas pueden verse endeudas y esas deudas se absorben de una manera distinta dependiendo de cuál es la forma jurídica.
ANÁLISIS DE CLIENTES
Las empresas suelen tener mejor imagen que los autónomos, o al menos una imagen más formal. Por esto si tu cliente es una empresa, puede ser recomendable que tu forma jurídica sea la de una empresa (Sociedad Limitada o Cooperativa). En cambio, si tu cliente es un particular puede no tener mayor importancia cuál es tu forma jurídica, y esta podría ser la de un Autónomo, una Sociedad Civil, una Sociedad Limitada o una Cooperativa.
ANÁLISIS DE SUBVENCIONES
Todas las formas jurídicas suelen disponer de ayudas específicas, según la forma jurícia. En Asesoría Emprendedor somos especialistas en conseguir subvenciones para nuestros clientes y este es un aspecto que tenemos muy en cuenta a la hora de asesora una forma jurídica u otra, más allá de las particularidades legales.
En ese sentido, podremos encontrar que tres de las cuatro formas jurídicas (Autónomos, Sociedad Limitada y Cooperativa) cuenta con líneas de subvenciones específicas para emprender (enlace a Subvenciones para emprender).
ANÁLISIS DE BENEFICIOS FISCALES
La principal diferencia en este caso entre la forma Autónomo y las otras tres formas: Sociedad Civil, Sociedad Limitada y Cooperativa. En este caso, la diferencia radica en que los Autónomos pagarán IRPF (enlace nota blog IRPF), y es progresivo, mientras que las otras tres pagan el Impuesto de Sociedades (enlace nota Impuesto Sociedades).
Por lo tanto, si tu empresa obtiene un beneficio superior a los 30.000 € es preferible tributar en el Impuesto de Sociedades porque tributa un porcentaje constante del 25%, y la mejor forma jurídica sería cualquiera que no fuera la de Autónomo.
Si quieres conocer más sobre los servicios fiscales de Asesoría Emprendedor, puedes conocerlos aquí (enlace a Asesoría-Fiscal).

CONCLUSIÓN
¿Qué forma jurídica conviene a mi negocio?
Habrás notado que existen distintas formas jurídicas con características particualres cada una. En términos generales, a mayor volumen de negocio, mayor es el riesgo, mayores son las oportunidades de inversión y mejores los beneficios fiscales por lo que en esos casos podría ser conveniente constituir la empresa como Sociedad Civil, Sociedad Limitada o Cooperativa, a pesar de que los costos iniciales sean mayores.
En caso que ninguno de estos aspectos sea relevante, puede ser mejor optar por pagar los menores costos posibles y constituir la empresa como Autónomo.
¿Quieres más ayuda? Recibe un primer asesoramiento gratis de Asesoría Emprendedor y trabajemos juntos para lograr el éxito de tu empresa.